NUEVA ESPERANZA DESPUÉS DE LA TRAGEDIA.pdf
REALIZADA JUNTO CON EVER FRANCISCO MOLANO Y DIEGO ARMANDO PINILLA
El contenido de este blog corresponde a la recopilación de trabajos académicos que he producido durante mi paso por la Alma Mater.
lunes, 17 de noviembre de 2008
NACIDOS EN EL BURDEL: una historia por contar
El mundo está rodeado de discriminación sea por raza, color, estrato socioeconómico, edad, etc. Pero en el documental titulado Nacidos en el Burdel notamos segregación contra los niños hijos de prostitutas.
85 minutos de proyección fílmica bastan para comprender la situación que viven los habitantes del Distrito Rojo en Calcuta, India. Esta zona es denominada como prohibida y quizás hasta pecaminosa, ya que la prostitución es un delito en esta parte del mundo.
Este documental dirigido por Ross Kauffman y Zana Briski nos hace testigos de una verdad imperante y dominante en la sociedad: ejercer la prostitución como tradición en medio de un entorno en el que se trabaja desde pequeño y se vende el cuerpo como objeto sexual desde muy temprana edad.
En un principio, este documental relataría el día a día en el Distrito Rojo. Pero la interacción entre las directoras y los hijos de las prostitutas del burdel hizo que ellas cambiaran la historia y centraran el proyecto sobre la vida de los infantes.
Zana Briski y su compañera de trabajo descubrieron que la fotografía despertaba curiosidad en los niños. Por esta razón, ellas decidieron enseñarles este arte para que descubrieran una herramienta que les permitiera construir un futuro distinto al que les esperaba: uno en el que la prostitución se ejerce desde los 12 años, y en el que vender drogas o alcohol era algo cotidiano. Y fue precisamente este hecho el que hizo que el proyecto cambiara: la vida del burdel pasó a un segundo plano siendo más importante ubicar como protagonistas a los niños del Distrito Rojo.
Son muchas las fotos tomadas por los niños y en ellas se retratan sus sueños y la resignación con la que afrontan el mundo en el que viven. La pobreza es predominante, el mal trato en muchos casos es desesperante y la aceptación por parte de los esposos para que sus parejas se prostituyan es insoportable.
Las fotos fijas, los testimonios de los niños y de sus padres o familiares se intercalan con las imágenes en movimiento de la cámara participante. Es tal su papel que permite al espectador sentirse un protagonista más del documental.
Pero el papel de Briski y Kauffman no terminó ahí: su propósito era el de sacarlos de ese mundo tan oscuro y baldío y para lograrlo debían matricularlos en escuelas o internados para que empezaran a estudiar. Pero en India, para que ellos puedan estudiar no pueden ser hijos de delincuentes o criminales, clasificación en la que encaja la prostitución, la venta de drogas y alcohol.
La legalización de las matrículas fue muy complicada ya que se requerían los documentos de los niños y pruebas médicas, especialmente la de Elisa para comprobar que no eran portadores de VIH-SIDA. Después de mucho luchar, algunos ingresaron a la escuela mientras otros desertaron por voluntad propia o por sus padres.
Entonces, a partir de este documental podemos decir que NACIDOS EN EL BURDEL tiene un valor social incalculable ya que el cine posee el poder de transformar la vida de sus protagonistas y la de sus espectadores.
viernes, 31 de octubre de 2008
“PERRO COME PERRO”: UN FILME CON MÁS QUE SABUESOS
El Diccionario de la Real Academia Española da muchos significados al referirse a la palabra ‘perro’, por ejemplo: “Mamífero doméstico de la familia de los Cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre”; “Persona despreciable”; “Mal o daño que se ocasiona a alguien al engañarle en un acuerdo o pacto”; “Hombre tenaz, firme y constante en alguna opinión o empresa”; etc.
Después de observar el largometraje titulado “Perro come Perro”, creado en 2008 por el director caleño Carlos Moreno, podemos afirmar que al momento de su elaboración se tuvieron en cuenta los conceptos anteriormente mencionados, ya que encontramos canes, hombres infames, traición y personajes que se apoderan de la palabra sin importar las consecuencias que con ellas ocasione.
Esta historia gira entorno de la venganza, la brujería, la ambición, el humor negro, la religión, la violencia y la apatía por la vida humana. Víctor Peñaranda (Marlon Moreno) y Eusebio Benítez (Óscar Borja) están sometidos a las ordenanzas de ‘El Orejón’ (Blas Jaramillo Q.E.P.D.), un poderoso que desea, por medio de la brujería, vengar la muerte de su ahijado William Medina y de paso, recuperar un montoncito de dólares que se le han perdido. Es en este momento en el que se desatan las peores acciones: matan sin parar a quienes tengan algo que ver con el tema, la motosierra y las balas son los juguetes preferidos para estos matones de ciudad, la amistad se transforma en traición cuando se trata de dinero y más si son billetes verdes, entre otros.
Lo más importante es que “Perro come Perro” no pretende entretener a su espectador; con sus escenas desea mostrarle al mundo la realidad que se vive en Colombia, especialmente la indolencia que poseen sus habitantes.
La película posee una estructura narrativa y rítmica. Además, es claro que desde el principio se vislumbra el final del film; pero es su estilo frío, insensible y sangriento lo que la hace admirable y coherente, ya que produce en el espectador una sensación de horror y desconcierto total por lo que está viendo.
Incluso, los bruscos movimientos de cámara, acompañados de largos planos fijos hacen de sus escenas algo interesante e impactante.
De la banda sonora se han encargado varias agrupaciones colombianas, entre ellas figuran Superlitio (creó la canción titulada con el nombre del film), La Mojarra Electrónica, Sultana, la Universidad del Pacífico, y otras.
Santiago de Cali fue el lugar escogido para la grabación de la película. Por esta razón, sus actores tuvieron que visitar las calles, los barrios populares, los bares, las plazas tradiciones y los lugares más peligrosos de la ciudad, todo con el fin de recrear la realidad social que vivimos.
Sin embargo, “Perro come Perro” está conformada por un ambiente muy universal ya que sus imágenes no retratan solamente a su ciudad de origen, sino que permiten ubicar al espectador en cualquier ciudad del mundo en la que se mate por saber o no, en la que la violencia brota como el agua de los tubos y en la que la ambición se convierte en el enemigo de la amistad.
Según información encontrada en Internet, la película costó un millón de dólares y el 90 por ciento de su financiación estuvo a cargo de la empresa privada de Cali.
Ahora, viene el interrogante final: ¿Quién será el más perro en la película? Por favor responderla después de verla.
sábado, 25 de octubre de 2008
“LOS DIENTES DEL DIABLO” O “LOS SALVAJES INOCENTES”: NOMBRES DIFERENTES PARA UN SÓLO FILME
El ser humano se ha caracterizado por explorar hasta los más remotos lugares del mundo. De norte a sur y de este a oeste ha sido pisado; tanto así, que ni los cascos polares se han salvado de tan inquieto ser.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, esquimal es el pueblo de raza mongólica que, en pequeños grupos dispersos, habita la margen ártica de América del Norte, de Groenlandia y de Asia. También se le denomina esquimal al individuo que forma este pueblo.
Este término parece ser de origen algonquino[1] que significa “devoradores de carne cruda”. La palabra esquimal (eskimo en inglés) ha caído en desuso en Canadá, donde actualmente se utiliza la palabra inuit. El singular es inuk que significa “hombre” o “persona”.[2]
“Los Dientes del Diablo” o “Los Salvajes Inocentes” son los nombres con los que se conoce el filme creado, en el año de 1959, por el Director estadounidense Nicholas Ray.[3]
Esta historia es protagonizada por Inuk, un esquimal que comparte las mujeres de otros para “reír” ya que él no posee una propia. Con el tiempo encuentra esposa y tienen un hijo. A parte de ser un buen cazador, sólo mataba las focas y osos necesarios para alimentarse junto con su nueva familia. Un día se enteró que los hombres blancos daban rifles, herramienta que facilitaría la caza, a cambio de las pieles de zorro. Desde entonces, Inuk se dedicó a conseguir las pieles solicitadas. Posteriormente, él entró en contacto con el hombre blanco para que le entregara un rifle y desde entonces, empieza el choque cultural entre el ser “civilizado” con el esquimal.
Es en este momento donde inicia el nudo de la película, el cual es utilizado por Nicholas Ray para hacer una crítica contra el declive moral del hombre civilizado, ya que este impone sus reglas sobre las costumbres y creencias de otros humanos sin importar quienes son y qué pasado conservan. Por ello, esta película es considerada como un canto hermoso a la libertad y a la tolerancia.
Desafortunadamente, parte del material original de la película se perdió en un accidente que sufrió la avioneta que lo transportaba. Por esta razón se encuentran escenas filmadas en estudio; aunque estas se diferencian de las originales, no se genera una ruptura en la historia.
Además, la voz en off (interpretada por Peter O’Toole) nos explica algunas de las extrañas costumbres que poseen los habitantes de la zona ártica, dándole al filme un toque antropológico y documental.
Finalmente, Nicholas Ray cumple con su prometido: mostrarnos el ártico desde su perspectiva, en el que los iglús, los icebergs, los trineos, las pieles, las focas, los osos polares, las ventiscas glaciales y las grandes llanuras congeladas son las características esenciales para identificar a quienes comen carne cruda en las zonas heladas del mundo.
[1] Se dice de los individuos de numerosas tribus de indios que se extendían por el Canadá y los Estados Unidos. //Cada una de las lenguas habladas por los indios algonquinos. Información suministrada por el Diccionario de la Real Academia Española.
[2] Información suministrada en http://es.wikipedia.org/wiki/Inuit
[3] Su verdadero nombre es Raymond Nicholas Kienzle. Información suministrada por http://es.wikipedia.org/wiki/Nicholas_Ray
viernes, 3 de octubre de 2008
IBAGUÉ EN FLOR: “COMUNICACIÓN Y LITERATURA”
La florescencia de ocobos, chicalás, cámbulos y gualandayes fueron testigos de las maravillas pronunciadas, por aquellos espíritus poéticos que se hicieron partícipes, en la celebración del Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa: Ibagué en Flor 2008.
Los poetas Juan Manuel Roca, William Ospina, José Luis Díaz- Granados, Eduardo Gómez Patarroyo, Juan Nicolás Padrón (Cubano) y Marcela Cingolani (Argentina), cubrieron las mentes y los pensamientos de sus oyentes.
Los versos líricos y sentimentales penetraron los rincones de la Ciudad Musical de Colombia, llenándolos (por instantes) de pétalos rosas y de ilusiones a full color.
Es posible que queramos tener aquellas estrofas plasmadas en el papel, con el fin de leerlas para volar entre las nubes como lo hicimos el día que las escuchamos por primera vez.
Y es que los libros son palabras que no se lleva el viento. Son retazos del tiempo que se unen para expresarle algo al mundo. El escritor se transforma en un comunicador porque expone sus ideales sin importar la época y las ideologías del posible lector.
En la edición número 33 de la Revista Electrónica Razón y Palabra, se da la unión de dos temas: la comunicación y la creación literaria. Ellos consideran que uno es parte del otro; que el acto de creación guarda la semilla del acto comunicativo:”un texto se escribe no para ser leído en primera intención, sino por una necesidad inherente de querer decir, de querer comunicar”.[1]
La creación encuentra su complemento en el acto de leer. “En cuanto la escritura se convierte en lectura la significación se dispara: ocurre un proceso incomprensible de comunicación en el que no sólo están interviniendo el autor, el lector y la obra, sino que existen dimensiones, referencias, experiencias, sentidos, significados, símbolos...”[2]
Pero esto tiende a desvanecer cuando los libros se transforman en mercancía: si quiero conocer el pensamiento y, en general, la invención escrita de un literato, debo comprarlo.
La lectura pasa de ser libre a comercial. Las propagandas publicitarias se adueñan de su imagen y la saturan de colores, párrafos, canciones y demás estrategias para que el individuo social lo adquiera.
La voluntad de leer es ahora una necesidad de mercado. Ya no se lee por gusto propio sino por insinuación de los medios masivos de comunicación.
Lo que no se promociona, no se vende. Esa es la ley de los medios. Quien no está en los medios, no es nada.
Por tal razón, la lectura, la literatura, la poesía, y todo lo que reencarne la pasión por soñar y liberarse entre frases y versos, está muriendo.
No caigamos en la tentación. Leamos por pasión y no por convencimiento de la televisión, la radio, la prensa o el internet. Apoyando eventos como el Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa: Ibagué en Flor 2008, podremos salvar y revivir a aquellas almas poéticas que con sus versos y odas nos llenas de pétalos rosas y de ilusiones a full color.
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