MURMULLOS DE DOLOR

Ante el silencio de la noche escucho los lamentos de un alma que deambula por las calles de la soledad y la muerte. En lo más alto de nuestros sueños, se plasma indolente la imagen de una mujer sencilla y luchadora la cual fue inmolada de su carne por disparos silenciosos de un arma criminal.
Aunque brillen rojas las bellas rosas que sobre su lápida posan, se vislumbra cada día que pasa, el dolor y el sufrimiento que causó la partida de una joven universitaria, que deseaba velar por el devenir suyo y el de los demás.

Postrada sobre la luna, ilumina las revolucionarias mentes juveniles para que luchen por sus metas y sus imaginaciones.

No dejemos que su retrato sea borrado de nuestras vidas como si fuese una canción del siglo pasado, amarrémosla al corazón y no permitamos que las balas y los golpes de la hegemonía, derrumben lo que con esfuerzo y pasión se ha querido construir a su alrededor.